Cedro

sábado, 31 de enero de 2015

El preso singular

A través de un ventanuco enrejado, miraba al exterior, un hombre que había sido encarcelado injustamente.

Todos los días, el preso se asomaba para ver pasar al otro lado de las rejas, los viandantes y seguidamente, se reía a carcajadas. El carcelero, sorprendido de la actitud del recluso, un día le preguntó:
¿Por qué te ríes de los que están libres?

Y el preso contestó:
Me río de la mayoría de ellos, porque están presos del tiempo, del trabajo o de sí mismos.

Moraleja: La libertad está en ser dueños de la propia vida (Platón).



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